Una obediencia básica hará que vuestro perro sea receptivo y esté motivado para complaceros. Pero antes de empezar cualquier adiestramiento, deberás tomar nota de las siguientes consignas:
-. Debemos ser pacientes y constantes. El perro necesita tiempo para aprender y si no mantenemos una continuidad en el aprendizaje, el adiestramiento podrá prolongarse demasiado en el tiempo.
-. Como ya hemos comentado en otras secciones de la web, durante las sesiones de adiestramiento deberemos observar al perro continuamente, y ser capaces de leer sus diferentes conductas y entender e interpretar todo aquello que nos expresa. De esta forma tanto tú como el perro, disfrutaréis más del adiestramiento y éste será más eficaz.
-. Buscar el mejor momento para el adiestramiento. El perro debe haber satisfecho sus necesidades fisiológicas antes de empezar (orinado y defecado), estará más relajado y concentrado. Siempre intentaremos que el perro esté en ayunas o que lleve unas horas sin comer para evitar posibles complicaciones, como la torsión de estómago.
La temperatura ambiental también es muy importante para mantener la motivación del perro durante toda la sesión de adiestramiento, de ahí que evitaremos temperaturas altas o muy calurosas. De esta forma evitaremos también una posible e indeseada deshidratación del animal.
-. Antes de iniciar la sesión de adiestramiento, debemos pensar qué queremos trabajar y de qué forma. Así nos será más fácil transmitirle al perro nuestra seguridad, un aspecto básico para que el perro esté motivado y seguro de lo que está haciendo.
-. El lugar del adiestramiento también es importante, ya que para empezar intentaremos controlar el entorno evitando al máximo posibles distracciones, como pueden ser otros perros, personas transitando, ruidos y olores, etc. Sabemos que conseguir un entorno así es muy complicado, busca un sitio tranquilo y no optes por el pipican si no quieres que el perro se distraiga con los olores de otros perros. Además, si el pipican constituye un espacio de juego con otros perros, tienes otro motivo para evitarlo, nos interesa que el perro esté atento a nosotros y no a otros de su especie.
-. Por último, pero no menos importante, tanto tu estado anímico como el del perro deben ser los óptimos. Si tienes un mal día, renuncia a la sesión de adiestramiento, el perro es capaz de detectar nuestro mal humor y eso podría afectar negativamente al adiestramiento.